Brotes en Enfermedad Inflamatoria Intestinal: Qué son y cómo manejarlos con apoyo y conocimiento

Cuando hablamos de Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), nos referimos principalmente a dos diagnósticos crónicos: la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa. Quienes viven con alguna de estas condiciones saben que hay días buenos, días difíciles… y también momentos en los que la enfermedad se activa con más fuerza: eso es lo que llamamos un brote.
En Funcedi entendemos lo desafiante que puede ser atravesar un brote, tanto física como emocionalmente. Por eso, hoy queremos explicarte de manera cercana qué ocurre en estas fases, por qué aparecen y qué puedes hacer para manejarlas mejor. Y, por supuesto, recordarte que con nosotros encontrarás el acompañamiento médico que necesitas para cada etapa.
¿Qué es un brote en la Enfermedad Inflamatoria Intestinal?
Los síntomas más comunes de un brote incluyen:
- Diarrea frecuente, líquida y a veces con sangre o moco.
- Dolor abdominal, tipo cólico, sobre todo en la parte inferior del abdomen.
- Fatiga intensa y sensación de agotamiento.
- Sangrado rectal, especialmente si hay úlceras activas en el colon.
- Fiebre, como señal de inflamación o posible infección.
- Pérdida de peso y falta de apetito.
- Urgencia para evacuar, tenesmo o sensación de evacuación incompleta.
En los brotes graves pueden aparecer complicaciones como hemorragias importantes, dilatación del colon (megacolon) o incluso riesgo de perforación.
¿Por qué ocurre un brote?
Muchas veces, los brotes aparecen sin una causa clara, pero existen algunos factores desencadenantes conocidos:
- Interrupción o cambio en la medicación.
- Uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) sin control médico.
- Infecciones, tanto intestinales como de otra índole.
- Estrés emocional o físico.
- Cambios drásticos en la alimentación.
Reconocer estos factores puede ayudarte a estar más alerta y prevenir complicaciones. La adherencia al tratamiento y un estilo de vida saludable son claves para reducir la frecuencia de los brotes.
¿Todos los brotes son iguales?
No. La gravedad del brote puede ser leve, moderada o grave. Por eso, es importante acudir al especialista para evaluar la situación y ajustar el tratamiento si es necesario.
Algunos pacientes experimentan solo un aumento leve en la frecuencia de deposiciones, mientras que otros pueden necesitar atención hospitalaria urgente. Contamos con el equipo médico especializado para atender estos casos de forma oportuna.
Consejos prácticos para manejar un brote
- Sigue el tratamiento tal como fue indicado, incluso si te sientes mejor.
- Evita automedicarte. Consulta siempre antes de tomar cualquier otro medicamento.
- Adopta una dieta suave, baja en fibra insoluble y rica en alimentos fáciles de digerir.
- Descansa adecuadamente. El cuerpo necesita recuperar energía.
- Mantén una comunicación constante con tu equipo médico.
- Registra tus síntomas para identificar patrones y posibles desencadenantes.
No ignores el impacto emocional
Vivir con EII y enfrentar brotes repetidos puede desgastar emocionalmente. Es normal sentir miedo, frustración o incluso tristeza. Por eso, es tan importante contar con una red de apoyo y, si es necesario, acudir a atención psicológica especializada.
Hablar con un profesional, con otros pacientes o con tus seres queridos puede ayudarte a liberar esa carga emocional. En Funcedi, reconocemos el valor de este acompañamiento y te animamos a buscar apoyo cuando lo necesites.
Estás acompañado en este proceso
Recordarte que no estás solo es parte importante del mensaje que queremos transmitirte desde Funcedi. Aunque la Enfermedad Inflamatoria Intestinal no tiene cura, se puede aprender a vivir con ella, con información clara, seguimiento médico y apoyo emocional.
Si estás enfrentando un brote o tienes dudas sobre tus síntomas, contamos con especialistas en gastroenterología preparados para ayudarte en cada paso.
¿Tienes dudas o necesitas una valoración? Visita nuestra página web. Estamos aquí para acompañarte.