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Esofagitis eosinofílica: la inflamación oculta del esófago que puede afectar tu salud digestiva

La esofagitis eosinofílica es una enfermedad digestiva que, aunque poco conocida, puede tener un impacto significativo en tu calidad de vida. Se trata de una inflamación del esófago causada por la acumulación de un tipo de glóbulo blanco llamado eosinófilo, generalmente asociado a alergias alimentarias y esófago. Esta condición a menudo se confunde con el reflujo gastroesofágico, lo que puede retrasar su diagnóstico y tratamiento.

¿Cómo se manifiesta la esofagitis eosinofílica?

Los síntomas de la esofagitis eosinofílica pueden variar según la edad, pero los más comunes incluyen:

  • Dificultad para tragar (disfagia), especialmente alimentos sólidos.
  • Sensación de que los alimentos quedan “atorados” en el esófago.
  • Dolor o molestia en el pecho, a veces confundido con acidez.
  • Reflujo persistente que no mejora con medicación habitual.
  • Náuseas y vómitos frecuentes en algunos casos, sobre todo en niños.

Detectar estos signos a tiempo es fundamental para evitar complicaciones graves como el estrechamiento del esófago o la formación de cicatrices que dificulten la deglución.

Causas más frecuentes de la esofagitis eosinofílica

Esta enfermedad se relaciona principalmente con reacciones alérgicas. Entre las causas más comunes encontramos:

  • Alergias alimentarias, especialmente a lácteos, huevo, trigo, soja, frutos secos y pescados.
  • Factores genéticos que predisponen a la inflamación del esófago.
  • Respuesta anormal del sistema inmunológico ante ciertos alimentos o irritantes ambientales.

Comprender estas causas ayuda a los especialistas a diseñar un plan de manejo personalizado para cada paciente.

Diagnóstico de la esofagitis eosinofílica

El diagnóstico requiere una evaluación médica especializada. En Funcedi, trabajamos con los mejores profesionales, quienes te remitiran pruebas confiables y que aportaran a tu proceso de diagnótico, como:

  • Endoscopia digestiva, que permite observar la mucosa del esófago y detectar inflamación o estrechamientos.
  • Biopsia esofágica, para confirmar la presencia de eosinófilos en la mucosa.
  • Pruebas de alergias alimentarias, que ayudan a identificar posibles desencadenantes.

Un diagnóstico temprano facilita un tratamiento más efectivo y previene complicaciones a largo plazo.

Tratamiento de la esofagitis eosinofílica

El tratamiento de la esofagitis eosinofílica combina estrategias médicas y dietéticas:

  • Medicamentos antiinflamatorios, como corticoides tópicos que reducen la inflamación del esófago.
  • Modificación de la dieta, evitando los alimentos que desencadenan la reacción alérgica.
  • Endoscopia terapéutica, en casos de estrechamiento, para dilatar el esófago y mejorar la deglución.

El seguimiento médico es clave para controlar los síntomas y mantener la salud digestiva a largo plazo.

La importancia de la detección temprana

La esofagitis eosinofílica puede permanecer silenciosa durante años, pero su detección temprana es esencial para:

  • Prevenir complicaciones graves como estenosis esofágica.
  • Mejorar la calidad de vida del paciente al aliviar los síntomas.
  • Diseñar un plan de tratamiento individualizado y seguro.

Si presentas dificultad para tragar, dolor en el pecho o síntomas persistentes de reflujo, es recomendable consultar a especialistas en gastroenterología. En Funcedi estamos comprometidos con tu bienestar, por eso ofrecemos la atención médica necesaria para un diagnóstico y tratamiento oportunos.

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